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COMO CONCILIAR NUESTRO TRABAJO DE ABOGADO CON NUESTRA VIDA FAMILIAR

Existen varias actividades donde parece que la jornada laboral no tiene límites, una de ellas y donde considero que más se evidencia es en nuestra profesión de abogados.


Todos nosotros trabajemos en despachos pequeños propios, en grandes firmas o bajo la modalidad de contratistas en entidades públicas nuestra jornada laboral se caracteriza por tener reuniones infinitas, largas esperas en los pasillos de los juzgados y hasta fines de semana de días laborales, es la sensación de “vivir para trabajar”, en lugar de ser al revés, como consecuencia de esto hacemos a un lado nuestra vida familiar, sin dedicarle el tiempo necesario a la esposa e hijos si los tenemos o a personas dependientes, o simplemente a nuestro desarrollo personal y tiempo de ocio, en otros casos.


La razón de este régimen es múltiple:


· Al terminar la jornada laboral, el cliente o jefe encarga lo que sea a los abogados, con la esperanza de que al día siguiente, al retomar su jornada laboral, el abogado le diga cómo hacerlo -en ningún caso, que no puede hacerlo-;


· Hay mucha competencia entre los abogados: si un abogado dice que no, siempre podrá encontrarse otro que diga que sí,


· Siempre ha sido así; la profesión de abogado siempre se ha caracterizado por vivir al margen de horarios convencionales;


· La actividad no está reglamentada: no hay nadie que vele por los derechos laborales de los abogados;


· Las horas adicionales no se pagan: el abogado tiene su sueldo, en el que caben todas las horas que se le digan.


Sean unas u otra las razones, lo cierto es que el ritmo de actividad frenético de los abogados es insostenible: no se trata de no reconocer que puedan existir pautas de trabajo en un momento dado, lo que no puede ser es que esas sean permanentes.


Las consecuencias que genera este alocado ritmo de trabajo en los abogados entre otras son:


· Notable dificultad para conciliar la vida personal y familiar con la profesional: las largas jornadas de trabajo impiden o dificultan mucho esa conciliación, pues cuando se llega a casa, los niños estarán ya dormidos y, en cualquier caso, el trabajador llegará tan cansado, que no le quedarán ganas de hacer nada.


· Los abogados sobreexplotados rinden menos, aparte de estar frustrados. Nadie puede pretender que el abogado que se acuesta tarde y duerme poco sistemáticamente, al día siguiente esté en buenas condiciones para rendir óptimamente.


· En ciertos despachos y hasta en entidades públicas o privadas (no en todas) donde el abogado ejerce en calidad de contratista, el profesional que se ajusta a su horario es cuestionado, por sus jefes inmediatos e incluso muchas veces hasta por compañeros.


El eterno dilema en la profesión de la abogacía es cómo conciliar la vida profesional con la vida personal.


Una de las claves importantes es plantearte si realmente deseas conseguir ese equilibrio. No se trata de lo que los demás te digan que debes hacer, sino de lo que verdaderamente deseas para ti. Digo esto porque hay personas que no desean conciliar y eso es respetable. Todos tenemos nuestro propio estilo de vida y resulta fundamental identificarlo ya que ello nos ahorrará mucho esfuerzo y energía para no centrarnos en cambiar algo que en realidad no deseamos. Analiza los siguientes puntos:


· ¿Realmente deseas conciliar tu vida? Es posible que te apasione tu trabajo. Es muy lícito y respetable. No obstante, deseas equilibrar tu vida. Recuerda hacer un análisis previo de si es tu verdadero deseo. Una vez que has decidido que sí lo deseas pregúntate. ¿Para qué me quedo más tiempo en la oficina y no estoy con mi familia? ¿Qué beneficio obtengo en seguir en ese hábito? ¿Qué me está aportando esta situación? He aprendido que cuando no deseamos cambiar algo es porque tenemos una buena razón para no hacerlo. Plantéate cuál es la tuya.


· Identifica cuál es tu motivación para conciliar. ¿Qué representa ser abogado para ti, la oficina, tus clientes? ¿Qué representa tu vida personal y familiar? ¿Te gusta la familia que has creado? ¿Cómo ves a tus hijos? ¿Qué te aporta tu vida personal en estos momentos? Y para mí una pregunta fundamental que podrías contestar con la mayor sinceridad posible. ¿Eres feliz?


Mejora tu autoconocimiento. Buscar ayuda para hacerlo. Determinadas situaciones resultan complicadas de afrontar en solitario. Por fortuna, hay muchos profesionales dispuestos a ayudar en estas situaciones. La búsqueda de ayuda te apoyará a realizar tus cambios. Indagar en tu persona te posibilitará ver algunas claves de cómo estás abordando esta cuestión. Busca una nueva perspectiva y ve por ello.


Todo cambio es posible siempre que lo desees de verdad. Por ello, te animo a que no te sigas engañando y veas tu forma de conciliar que únicamente es tuya. Creo que es importante comenzar a implementar cambios en el concepto de ejercicio de la profesión. Es posible otro modo más saludable de ser abogado, es un buen momento para ponerlo en marcha, la profesión y sobre todo los jóvenes abogados que llegan a la profesión están comenzando a creer que otra forma de ejercicio es posible. ¿Estás dispuesto a apostar por el cambio?






FUENTE:

https://confilegal.com/20170730-conciliación-de-la-vida-personal-y-profesional-en-los-abogados/

https://bertasantos.com/como-conciliar-nuestro-trabajo-como-abogado-con-nuestra-vida-personal/

https://www.diariojuridico.com/conciliación-de-la-vida-familiar-y-profesional-del-abogado/

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