En estos últimos meses he estado desarrollando un propósito en particular el cual es fomentar practicas saludables para el ejercicio del derecho y de las diferentes reuniones donde he participado me han solicitado consejos prácticos para ejercer la abogacía. De mi experiencia daría los siguientes consejos claves que podrían ser de gran utilidad dejado claro que no serían los únicos y si algún colega desea añadir más, bienvenido sea.
1. Especializarse en una de las diversas ramas del derecho es fundamental, nuestro mundo altamente competitivo exige concentrarse en un área específica, esto para conocer el derecho vigente y estar al tanto de la última jurisprudencia, Preparar el caso concreto está muy bien pero mejor está forjarse un poso de conocimiento general que proporcione esa valiosa herramienta que es la intuición jurídica.
2. Lealtad con el cliente. Debemos cambiar esa imagen que tienen muchos sobre el abogado, como aquel buitre carroñero, mejor mostremos ante el cliente que somos un águila imperial que luchará por los polluelos. Decir la verdad al cliente y saber decirla es fundamental para la paz mental de ambos, recomiendo y es algo que hago personalmente enviarle copia de los escritos al cliente. No importa que no entienda el lenguaje jurídico, porque los que SÍ entenderá es que su abogado está trabajando en su caso.
3. Jamás digas al cliente que el caso está ganado o que la sentencia se dictará en una fecha aproximada. Estas son variables que no podemos controlar como abogados y si el pronóstico resulta erróneo restaría credibilidad al profesional. Tengamos presente que las buenas noticias se dan cuando estas llegan.
4. Valentía al encarar un pleito. Como decía mi docente de procesal civil, “Todo esta en los libros”. Todo puede estudiarse y defenderse eso sí, con mucho esfuerzo, como lo expreso Churchill con “sangre, sudor y lágrimas”.
Cortar y pegar está bien, pero mejor es leer y estudiar el caso. Siempre se descubren ángulos y perspectivas nuevos.
Y al momento de apelar, nada de repetir lo escrito en la demanda: hay que tomarse el tiempo de justificar en términos sucintos, claros y realmente críticos.
5. No todo es “pescar” jurisprudencia en la vida. Muchos abogados se dedican a bucear hasta encontrar el caso lo más parecido posible al planteado y entonces a utilizarlo de pilar argumental. A veces no hay jurisprudencia aplicable o si la hay, la misma está superada o en trance de ser cuestionada. Mas importante que la sentencia citada es la argumentación que la explica y extrae su fruto. Además, si se busca jurisprudencia hay que pescar en todas las aguas: en la jurisprudencia menor, en la constitucional, en los dictámenes o incluso en jurisprudencia de otros órdenes jurisdiccionales pues a veces hay soluciones comunes para disciplinas diferentes.
6. Humildad. Hay que barajar la posibilidad de que estemos equivocados y que el enfoque sea incorrecto o manifiestamente mejorable. Nada mejor que contrastar el asunto con un colega.
7. Elegancia y respeto hacia el juez y los abogados contrarios. Trata al abogado contrario como te gustaría que te tratasen. Nada justifica la falta de respeto ni el ataque personal a las partes dentro de un debate procesal, y puede ser factor decisivo de la imposición de unas costas o de una sentencia dura.
En conclusión para ejercer el derecho de manera eficiente y acorde con un comportamiento esperado por la sociedad es fundamental que como abogados sepamos reconocer nuestras virtudes y nuestros defectos, para así mejorar la calidad de los servicios prestados, teniendo reacciones producto de la reflexión en lugar de impulsos irracionales, esto nos permite analizar los problemas legales de nuestros clientes de una forma más objetiva y esto lleva, inevitablemente, a adoptar soluciones más creativas y que se adaptan mejor a las necesidades del cliente porque no tomamos esa decisión desde el ámbito personal o pasional, sino desde la lógica y la objetividad, todo lo anterior favorece el desarrollo del liderazgo, que potencia un clima de trabajo positivo, consolida las relaciones con los clientes, aumentando su satisfacción al haber alcanzado o superado sus expectativas, labrando relaciones duraderas con clientes, compañeros de trabajo así con funcionarios judiciales.
Fuente:
https://delajusticia.com/2013/01/24/veinte-consejos-practicos-para-ejerer-la-abogacia/