La comunicación, entendida como el acto de expresar y conectar, constituye un proceso indispensable para el género humano, alcanzando una gran importancia para quienes ejercemos la profesión de abogado. Ello es lógico, pues a través de la palabra desarrollamos las actividades esenciales de nuestras funciones de consejo jurídico, intermediación y defensa ante los tribunales.
No obstante, a la hora de comunicarnos oralmente los abogados nos enfrentamos a una serie de defectos en la expresión oral entre los que destacan los denominados rellenos, muletillas o como dicen los británicos «sonidos del pensamiento» (thinking noises), es decir, palabras o expresiones que empleamos de forma reiterada al hablar y que son completamente innecesarias durante el proceso de comunicación.
¿Qué es una muletilla?
La RAE define muletilla como “voz o frase que se repite por hábito”. Las muletillas, como su propio nombre indica, son recursos verbales que empleamos para poder avanzar con la idea que estamos exponiendo o queremos exponer. Se producen de manera automática, de hecho, muchas veces no somos ni siquiera conscientes de que las decimos. Cuando nos quedamos bloqueados, cuando no encontramos la palabra adecuada, cuando no sabemos qué decir… ¡aparecen las muletillas! Como “mmm…”, “¿vale?”, “ehh…”, “¿cierto?”, “ya” …
Estos rellenos, auténtica basura verbal, tienen como finalidad suplir los obligados silencios que hemos de emplear como puntuaciones mientras hablamos; de este modo, en lugar de pausar y después continuar, cubrimos ese espacio de tiempo con el relleno. Con este hábito, el mensaje que nos estamos enviando es “tengo que pensar lo que viene a continuación, luego cubro ese silencio con un relleno que me hace sentir más seguro”.
Las muletillas de por sí no es que sean “malas”. Lo malo, es la imagen que puede quedar de ti si las usas. Es muy difícil conseguir una expresión oral sin señal de muletillas, puesto que en el día a día no tenemos planeado lo que vamos a decir. Por ello, siempre y cuando no sea excesivo, no hay mayor problema en que usemos muletillas de vez en cuando.
El verdadero problema surge a la hora de tener conversaciones formales. Ya sean reuniones, discursos, discusiones profesionales, presentaciones, clases, debates y demás. En estos ambientes más cultos, resulta desagradable escuchar que una persona abusa de las muletillas. Da la impresión de que no se toma en serio lo que dice, que no le importa la conversación o incluso que no está bien preparado.
Para nosotros como abogados el uso de estas, de manera constante genera un efecto negativo, pues cuando aparecen demasiados ehh, o cualquier otro monosílabo, estamos desconcertando al receptor, distrayéndolo y en ocasiones enojándolo, puesto que la muletilla le impide seguir con atención el mensaje. Es más, a través del uso de las mismas, estamos privándole del tiempo que necesita para considerar lo que has dicho, interfiriendo en su proceso cognitivo. En cuanto al emisor, las muletillas no aportan nada al mensaje y transmiten su inseguridad al comunicarse.
Podemos concluir que el empleo de rellenos o muletillas durante una conversación con el cliente, la práctica del interrogatorio o durante los alegatos en el juicio oral constituyen un hábito que debemos proscribir inmediatamente dado lo inútil, enojoso y perjudicial de su uso.
Es importante reducir el uso de las muletillas a la mínima expresión, ¿Cómo lograrlo?
En primer lugar, lo más importante es identificar si usamos alguna o algunas muletillas y cuál o cuáles son. Para esto, basta con prestar atención a nuestras conversaciones. Si haciendo esto no encontramos ninguna, lo mejor es pedirle ayuda a alguien con quien suelas hablar que te las señale, o incluso preparar un discurso pequeño y grabarse recitándolo. Ya sea con el vídeo o con la ayuda de alguien, seguramente descubrimos muletillas, y especialmente frecuencias de uso de las mismas que ignorábamos antes. ¡Y no pasa nada! Lo importante es identificar el problema, para poder proceder a solucionarlo.
Con las muletillas identificadas, ¿Cómo controlarlas? No es tan sencillo como simplemente “dejar de decirlas”. A continuación, unos cuantos consejos brindados por Daniel Colombo (máster Coach Ejecutivo). Estos fueron publicados originalmente en un artículo para el diario el Cronista España:
1. Frenar: No hace falta hacer un discurso de corrido. Es mejor hacer la pausa necesaria cuando estamos pensando sobre lo que queremos decir, que llenar esos segundos con muletillas.
2. Usar frases puente: se refiere a los conectores discursivos como, además, de igual forma, sin embargo, etc.
3. No tengas miedo de admitir que estás en blanco: todos hemos pasado por el momento en que en medio de una conversación casual o de una reunión importante se nos olvida una palabra. No tiene por qué ser complicada, puede ser tan sencilla como “Prejuicio” o “repercusión”, pero la frustración que produce es muy grande. En estos casos, Colombo aconseja decirlo tal cual a quien lo escucha: “Se me olvidó la palabra que iba a decir”. De este modo, el público o los otros miembros de la conversación pueden incluso ayudarte a recordarlo, resultando en que puedas expresarte con precisión al ser recordado la palabra, y como efecto secundario serás visto como más cercano con los demás.
4. Si te equivocas, sigue: si dices la palabra que no es, un dato incorrecto o cualquier error del estilo, no pasa nada. Di que te equivocaste y sigue. Hay que mantener en mente que muchas veces las muletillas surgen o aumentan cuando estamos nerviosos, por lo que controlar las emociones a la hora de expresarse es vital.
5. Conversa con el público: si estás en blanco o no te acuerdas de una palabra, puede que sea un buen momento para hacer las típicas preguntas para asegurarse de que la comunicación esté siendo efectiva: “¿Me estoy explicando bien?” “¿Alguna duda hasta el momento?”, “Si alguien quiere intervenir, nada más háganmelo saber”.
Fuente:
https://oscarleon.es/eeeh-ahh-umm-el-abogado-y-el-uso-de-muletillas-y-rellenos-en-la-comunicacion/
https://www.leonhunter.com/las-muletillas-en-la-expresion-oral/
https://cadenaser.com/emisora/2018/05/17/ser_madrid_norte/1526537356_574107.htl