En la actualidad el éxito del abogado ya no se mide o depende únicamente de sus conocimientos técnico-jurídicos, sino de las habilidades que posean para transformar sus firmas e inspirar a su equipo de trabajo.
Ahora bien ¿qué es el liderazgo en la abogacía? El liderazgo es una competencia fundamental en el ejercicio de la abogacía y podemos definirlo como el conjunto de habilidades gerenciales o directivas que un individuo tiene para influir en la forma de ser o actuar de las personas o en un grupo de trabajo determinado, haciendo que este equipo trabaje con entusiasmo hacia el logro de sus metas y objetivos.
Esta es una competencia fundamental en el ejercicio del derecho, no obstante muchos abogados no se sienten familiarizados o incluso cómodos con este concepto.
El liderazgo es una relación, tiene que ver con la parte emocional y no tanto con un don de la persona. Por ello, es una habilidad que puede desarrollarse y aprenderse. En la medida en que la persona conoce su propio impacto, se responsabiliza sobre su vida y su entorno, desarrolla su liderazgo.
El liderazgo del abogado comienza cuando éste se responsabiliza de su ejercicio profesional y de lo que ocurre en el despacho. Por tanto, el liderazgo del abogado no guarda relación alguna con ejercer la profesión en un despacho pequeño, mediano o grande, ni con dirigir una asesoría jurídica en una empresa o dirigir un equipo de personas. El liderazgo comienza con la capacidad de liderarse a uno mismo y crear el impacto deseado en los demás, ya sean clientes, colaboradores o compañeros.
Los abogados líderes deben de contar con habilidades que permitan estructurar la dirección estratégica de su oficina y alinear a sus colaboradores para lograr el compromiso en la consecución de resultados.
En el desarrollo de su liderazgo el abogado puede encontrarse con algunos obstáculos. Algunos de ellos podrían ser los siguientes:
· No contar con valentía y responsabilidad para reconocer todo aquello que no está funcionando. En ocasiones el despacho no está gestionado correctamente o la carrera profesional no evoluciona de la forma que deseamos. En esos momentos, buscar culpables o excusas no solucionará el problema. El reto del abogado es liderar y dirigir esas dificultades hasta convertirlas en oportunidades de aprendizaje.
· Carecer de humildad para pedir recibir feedback de los demás. Las relaciones que se establecen con compañeros, colaboradores y las personas que rodean el entorno profesional del abogado pueden ayudarle a mejorar su impacto y, en consecuencia, su liderazgo. Si el abogado no los tiene en cuenta, será muy difícil conocer su propio impacto en los demás y evolucionar.
· No conocerse a uno mismo. Este punto parece obvio. Sin embargo, algunos estudios realizados sobre la inteligencia emocional del abogado revelan la falta de dominio de la inteligencia emocional por parte del abogado. La empatía y la gestión de las emociones son asignaturas pendientes del abogado. El liderazgo implica un buen manejo de las emociones de uno mismo y de los demás.
Hace algunos años se realizó una encuesta en Estados Unidos encargada por el CCL (Center for Creative Leadership). En dicha encuesta se preguntaba a los abogados sobre los retos a los que se enfrentaban, ante los cambios producidos en el sector legal, en este se destacaron los siguientes temas, como los principales en los que consideraban podrían aplicar las habilidades de liderazgo:
Buscar un equilibrio entre la vida profesional y la vida privada
Tener humildad en admitir ayuda para lograr la efectividad.
Admitir que el desarrollo del liderazgo requiere formación y aprendizaje. Es importante formarse y no desanimarse en caso de no haber alcanzado aún el liderazgo deseado, ya sea con los equipos, como en la dirección de la firma.
El liderazgo requiere de autoconocimiento, flexibilidad, conocimiento y experiencia en su adquisición. El liderazgo no se consigue únicamente apareciendo en los rankings de abogados.
En conclusión un liderazgo implica la capacidad de involucrar a personas dentro un mismo sentir, es contagiar a los demás con una motivación que ayude al cumplimiento de objetivos en común. En la abogacía, la coherencia de vida y sobre todo la coherencia profesional iluminarán a otros a seguir el mismo sendero de búsqueda de autenticidad. Esa autenticidad ayudará a romper esquemas que otras generaciones han transmitido por años: egoísmo, competitividad excesiva sin espíritu de ayuda solidaria, el desprecio a veces de ideas que pueda proponer un joven por falta de experiencia, etc.
Capacitémonos y esforcémonos por adquirir un conocimiento en nuestra profesión que ayude a cambiar la realidad positivamente. Como decía Edmund Burke: “para que triunfe el mal, solo hace falta que la buena gente no reaccione”. Reaccionemos, hagamos algo distinto, apasionemos por el ejercicio de nuestra profesión con dedicación, amor y entrega; todo en cuanto podamos beneficiar a nuestra sociedad que está tan necesitada de un liderazgo positivo, constructivo, ético y socialmente ejemplar, por ahí podemos empezar los abogados en apoyar.
FUENTE
https://bertasantos.com/que-tipo-de-liderazgo-necesitan-los-abogados/
https://adefinitivas.com/arbol-del-derecho/liderazgo-en-la-abogacia/#:~:text=El%20liderazgo%20es%20una%20competencia,este%20equipo%20trabaje%20con%20entusiasmo
https://enfoquejuridico.org/2016/04/07/el-liderazgo-en-la-abogacia/
https://www.abogacia.es/publicaciones/blogs/blog-gestion-y-coaching/que-atributos-tiene-el-abogado-lider/
Creo que es válido su escrito, la cuestión es como convertir a un potencial abogado en un real líder.
En SOY TU ABOGADO HOY queremos líderes, transformadores de sociedad .