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LA IMPORTANCIA DEL LENGUAJE NO VERBAL EN EL ABOGADO

Desde el momento en que salimos de casa, empezamos a comunicarnos sin palabras con todos aquellos que nos rodean, por lo cual para los abogados es de gran importancia el saber comunicar con el cuerpo, así como leer e interpretar a otras personas.


¿Qué es el lenguaje no verbal?


Los seres humanos poseemos la capacidad de transmitir gran cantidad de información sin la necesidad de utilizar el lenguaje verbal. Es allí donde entra el lenguaje corporal, que viene a ser esa capacidad de transmitir información por medio de nuestro cuerpo; sea de forma consciente o no.


También conocido como kinésica, son todos los movimientos o posiciones corporales que resultan de un movimiento psicomuscular. Aunque en su mayoría son realizados de manera inconsciente, también pueden ser conscientes, aprendidos, de percepción táctil, visual o cinestésica. Todos estos pequeños movimientos, combinados o realizados de forma aislada, junto con las estructuras paralingüísticas y verbales, conforman el valor comunicativo de una persona.


Ahora bien; LA IMPORTANCIA DEL LENGUAJE CORPORAL EN LA VIDA PROFESIONAL DEL ABOGADO es clave en gran medida para alcanzar sus objetivos a corto y largo plazo.

Desde el momento en que saludamos o nos saludan nuestros clientes, nuestro jefe, nuestros maestros o compañeros comunicamos e interpretamos el saludo de uno a otro, es decir que si nos dan la mano y nos dan un apretón vigoroso nos estarán comunicando confianza, liderazgo. Pero si nos dan un apretón de manos paupérrimo posiblemente no se sienta en confianza.


Con la introducción de la oralidad en los sistemas jurídicos de muchos países de Latinoamérica, los abogados sumamos a nuestra lista de exigencias profesionales el desarrollo de las habilidades expresivas, ya que desafortunadamente en muchas ocasiones esta habilidad solo fue practicada en las exposiciones en clases, y cuántas veces nos pasó que nos preparamos muy bien para una exposición en clase pero al pararnos frente al público no sabíamos expresar las ideas, ya sea porque las palabras no fluían, nos quedábamos como estatuas o nos dio el clásico síndrome del elefante, comenzando a balancearnos de un lado para el otro.


“El éxito de un abogado no se juega sólo en el conocimiento del derecho, sino también en el campo de la comunicación persuasiva y sobre todo eficaz.”


Muchos especialistas en el tema dicen que los porcentajes de la comunicación son: 90 % lenguaje corporal, 10% lenguaje codificado. Por supuesto hay opiniones en contrario, lo cierto es que sin duda la comunicación no verbal es una buena herramienta para quien quiere obtener mejores resultados en comparación con una persona que solo presta atención al lenguaje verbal.


La comunicación no verbal se asocia a una serie de factores englobados en tres disciplinas que desarrollan las habilidades comunicativas del hablante.


  • La Paralingüística, relacionada con los factores vinculados al lenguaje verbal que no tienen que ver con el contenido mismo de lo que se comunica. El comportamiento paralingüístico en una exposición verbal involucra cinco grandes aspectos:

El tono con el que hablamos y que traduce aspectos emocionales como el optimismo, el sarcasmo, la determinación, la duda y otras posibilidades de entonación posibles.


El ritmo, vinculado a la fluidez verbal con la que una persona se expresa.


El volumen de la voz, relacionado con la intensidad con la que hablamos.


El uso de los silencios para enfatizar determinados aspectos durante el diálogo.


El timbre, que es el sello personal que hace reconocible una voz en la gama que va de los agudos a los graves.

  • La Kinesia, centrada en factores corporales del sujeto como la expresión facial, la mirada, la postura, los gestos y la proximidad.

  • La Proxémica, que estudia el uso del espacio personal en el marco de una actividad comunicativa.


Mencionaré los errores más comunes de nuestro lenguaje corporal que nos perjudican sin que lo notemos:


Brazos cruzados: Este gesto denota resistencia, recelo, disgusto o no tener interés en lo que ocurre. Si desean que las personas con las que mantienen una conversación, perciban su interés en ellas, las posturas de sus brazos deben ser naturales.


Hombros encorvados o mala postura: Este gesto del lenguaje corporal expresa falta de confianza, que somos pequeños y que no tenemos interés alguno. Debemos en todo momento tener una buena postura: columna recta, hombros hacia atrás, esternón elevado y cabeza alta. No podemos olvidar estar relajados, esta postura no puede ser forzada o se malinterpretaría como arrogancia o soberbia, en vez de confianza.


Mirar demasiado el teléfono o el reloj: Puede que creamos que estamos siendo sutiles y que nadie notará nuestra acción, pero lo notarán y será tomado como un gesto de mala educación. Si por algún motivo familiar o laboral, debemos consultar la hora o nuestro móvil, la mejor manera de hacerlo es explicando verbalmente nuestro motivo.


Rechazar el contacto visual: No mantener el contacto visual sugiere desvinculación de la conversación, además demuestra falta de compromiso, desconfianza, rechazo y engaño. Los expertos sugieren que, cuando somos emisores debemos mantener contacto visual en un 50% del tiempo. Mientras que cuando somos receptores, el contacto visual debe ser de un 70%.


Barbilla muy elevada: Mantener el mentón excesivamente alto, puede ser malinterpretado por el receptor o interlocutor; en razón de que, puede ser tomado como un síntoma de arrogancia, aires de superioridad o prepotencia.


Invadir espacio personal: Las reglas de la proxemia (ciencia encargada de estudiar la distancia corporal en razón del grado de confianza y el contexto espacial), señalan que no debemos acércanos tanto a una persona, que sienta que invadimos su espacio personal. Si no tenemos confianza con ellas, tampoco es recomendable tocarlas, ya que, podríamos generar incomodidad.


Apretón de manos excesivo: Un apretón de manos, es el saludo clásico en cualquier tipo de conversación. También es posible utilizarlo al momento en el que se acuerda algún trato. Debemos recordar que deben ser firmes pero suaves. Un apretón excesivamente fuerte puede determinar arrogancia o prepotencia y uno muy suave falta de interés.


Manos en los bolsillos: Esto es un gesto que habitualmente percibimos como negativo, especialmente cuando la conversación se desarrolla con las personas sentadas. Lo más recomendable es mantener las manos, en un espacio neutral al alcance de la vista de las demás personas.


Inclinarse hacia atrás: Este gesto es especialmente negativo en las reuniones, ya que, expresa cansancio, fatiga y falta de interés. Si lo que deseamos es causar buena impresión, lo recomendable es sentarnos con una postura erguida e inclinados levemente hacia adelante.


No sonreír: En la cultura occidental, una sonrisa es sinónimo de empatía o agrado. Por lo que sonreír de forma natural a lo largo de una conversación, produce para quienes intervienen en la misma, una sensación de confianza, agrado y empatía.


Tenemos claro que hablar y comunicar son cosas distintas; es tan importante la expresión verbal y corporal como nuestro mismo argumento, ya que de nada sirve un buen argumento si no lo sabemos expresar, si no sabemos transmitirlo para influir en la percepción del juez, persuadirlo del por qué la razón nos favorece, y no sólo convencer al juzgador sino también al público. Recordemos que la sentencia pasa por un verificativo de la sociedad, aun cuando, por supuesto, no debe influir en el sentido de la resolución.


Si bien los abogados siempre hemos tenido fama de ser buenos para el habla, la realidad es que muchos no nos desempeñamos correctamente en ese ámbito, o tal vez sí, pero en la clásica charla de café, no así cuando es necesario hacerlo frente a una audiencia, y más aún cuando sabes que de la forma en que comuniques tus argumentos depende la resolución de un asunto.


Cuántas veces no hemos escuchado decir “no es lo que dijo, sino como lo dijo”; la manera en que hablamos, el énfasis en ciertas palabras que nos interesa resaltar, gestos, tono de la voz son muy importantes, ya que le dará elocuencia a nuestro discurso ¿Qué tal se vería alguien expresando palabras de emoción con una cara de indiferencia?


La comunicación va más allá de las palabras, también y muy especialmente, en el entorno jurídico el lenguaje del cuerpo delata nuestros verdaderos sentimientos y emociones a través de nuestras reacciones corporales. Para que nuestra comunicación sea efectiva, nuestro discurso tiene que ser congruente con lo que nuestro cuerpo expresa, es decir, con los canales no verbales de expresión.


Vaya que es importante incluir en los planes de estudio de las universidades de derecho de nuestro país una materia que nos enseñe a hablar en público, comunicar nuestras ideas de una manera elocuente, cuestión fundamental en el nuevo sistema jurídico nacional.


Por todo lo anterior, es momento, para todo abogado, adentrarse en el arte de la oratoria, tan necesaria para poder no sólo construir buenos argumentos, sino que permite conectar, a través del lenguaje corporal y comunicación verbal, con los juzgadores, por lo tanto, es sin duda la oportunidad de crecer profesional y personalmente.




Fuente:

https://blog.axontraining.com/lenguaje-corporal/

https://revistas.juridicas.unam.mx/index.php/hechos-y derechos/article/view/7330/9266, La importancia del lenguaje corporal y la comunicación verbal en el juicio oral y audiencias preliminares.

https://gradoceroprensa.wordpress.com/2017/06/16/la-importancia-del-lenguaje-corporal-en-la-vida-profesional-del-abogado/

https://www.legaltoday.com/opinion/articulos-de-opinion/el-comportamiento-no-verbal-en-el-ambito-juridico-2019-04-30/

https://www.audentia.cl/la-importancia-de-la-comunicacion-no-verbal-en-abogados/

https://mentediamante.com/blog/importancia-lenguaje-corporal

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