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¿QUÉ PODEMOS HACER PARA MEJORAR LA SALUD MENTAL DE LOS ABOGADOS?

Es sabido que la salud mental es, un tema que en nuestra sociedad se ha erigido como un tabú en los últimos años; por ser visto por muchos como un obstáculo para el progreso en la profesión de las personas que tuvieran la valentía de sacar a la luz un trastorno de esta clase.


A la fecha y viviendo todas las consecuencias generadas por la pandemia (COVID-19) seguimos estancados en un modelo social que estigmatiza a aquel que alza la voz para concientizar a nuestro gremio de la existencia de una problemática que, por más que la queramos negar, existe.


Nuestra profesión (Abogado) se caracteriza por una elevada carga de responsabilidad, esto como consecuencia de factores como la precisión en la elaboración del trabajo, la necesidad de captar clientes, la presión de lograr un resultado favorable al cliente o, si ese resultado no es del todo favorable, por estas razones y otras más podemos ver la posibilidad de sufrir problemas vinculados con la salud mental es muy elevada.


En varias sesiones de coaching jurídico he tenido la oportunidad de conversar con abogados sobre este tema, una de las preguntas que suelo hacerles es si estarían dispuestos a informar sobre su problema de salud mental al funcionario responsable del talento humano de su oficina. La respuesta unánime es: NO.


No lo dirían toda vez que confesar estar teniendo un problema de salud mental puede ser visto por parte de su entorno profesional como un signo de debilidad o de que no soporta la carga que conlleva el trabajo de abogado, y serían considerados incapaces de defender con diligencia los intereses de los clientes.


Factores propios de la abogacía como son el tener que adaptarse a plazos inamovibles, la presión por exponer bien y ganar un caso, no olvidarte de nada en los procedimientos, planear adecuadamente la estrategia a seguir que procure un mayor beneficio a tu cliente y otros muchos factores son lo que hacen que, en este oficio, la ansiedad y el síndrome del burnout estén muy presentes, cayendo incluso en el error de asumir que son circunstancias propias de la profesión, ante las que nos resignamos y asumimos que ser abogado implica estar estresado o sufrir ansiedad, nada más lejos de la realidad.


Hace unos pocos años se elaboró un estudio dirigido a medir la prevalencia de síntomas de depresión, ansiedad y estrés en el sector legal estadounidense, así como del consumo de drogas y alcohol. Los resultados arrojaron datos concluyentes: los niveles de depresión, ansiedad y estrés entre los abogados fueron significativos, experimentando el 28%, el 19% y el 23% síntomas de depresión, ansiedad y estrés respectivamente. Por otra parte, el 20.6% de abogados de la muestra reflejaron un riesgo significativo de desarrollar un consumo dependiente del alcohol, dándose mayor probabilidad de dicha dependencia en hombres, así como en aquellos abogados jóvenes con poca experiencia en el sector. Asimismo, los profesionales con una edad inferior a los 30 años se encontraban en mayor riesgo de desarrollar alcoholismo que sus compañeros más veteranos. Cabe destacar que estos datos resultaron superiores a los hallados en otras profesiones.


COMO PODEMOS HACER PARA MEJORAR NUESTRA SALUD MENTAL EN EL EJERCICIO DE LA PROFESIÓN


me permito proponerte algunos consejos que puedes intentar poner en practica para mejorar tus niveles de estrés y ansiedad que puedas estar sufriendo.


En la medida de lo posible ponte fechas y plazos realistas: Es cierto que no todo depende de nosotros, pero lo que sí que depende que sea realista y no te sobrecargues de trabajo.


Cambia de mentalidad: De la perfección a la excelencia. No busquemos ir en pos de una perfección que exige el máximo y que no cometas fallos, busquemos en cambio una excelencia que sabe qué hacemos todo lo posible con el tiempo, experiencia y recursos de los que disponemos, sabiendo que los fallos son parte del proceso. Aprendamos a ser más flexibles con las expectativas que muchas veces nos auto imponemos y que son el origen de nuestro estrés y ansiedad.


Recuerda por qué y para qué lo haces: Ten presente siempre los motivos que te llevaron a escoger la abogacía y tu trabajo concreto, no perdamos el horizonte en las tareas y rutinas diarias, encontrémosle el sentido a lo que hacemos.


Que tu satisfacción dependa de ti y no de los resultados: Es fácil y muy peligroso creer que nuestro trabajo vale únicamente en función de los resultados que obtenemos, del veredicto del juez que no depende de nosotros, y esto puede afectar negativamente a nuestra autoestima y satisfacción con nuestro trabajo. Busca en cambio parámetros que sí que dependan de ti para valorar lo bien o mal que has realizado tu trabajo independientemente del resultado obtenido al final del mismo, por ejemplo, valorando la experiencia obtenida o el esfuerzo dedicado.


Gestiona tu tiempo eficazmente: Una de las mayores fuentes de estrés y ansiedad es la sensación de falta de tiempo, algo que tiene solución mediante cursos o recursos de gestión del tiempo.


Utiliza técnicas de relajación: No esperes únicamente al final del día para relajarte, existen técnicas de relajación como la meditación o los ejercicios de respiración que puedes hacer en una pausa de 10 min cuando sientas que tu estrés o ansiedad amenazan con desbordarse.


Utiliza la desconexión digital: Se trata de una figura no reconocida en nuestro ordenamiento jurídico, pero que ya empieza a ser reconocida en otros países de nuestro entorno, como en Francia con el llamado droit à la déconnexion recogido en la Loi nº 2016-1088, de 8 de agosto de 2016; o en la sede central de Volkswagen en Alemania, donde desde el 2011 el acceso al correo electrónico laboral queda bloqueado en los teléfonos de los empleados entre las 18.15 y las 7.00 del día siguiente.


Con este se garantizaría que la conciliación de las vidas laboral y familiar fuera efectiva, pues como abogado tendría su proporción del día de plena dedicación al trabajo y otra parte de plena dedicación a su vida personal.


Implementa jornadas laborales intensivas y más breves: una gran parte de los problemas de salud mental que sufren los abogados se debe a que están desde muy pronto por la mañana hasta última hora de la noche en sus respectivas oficinas trabajando. Este modelo enquista el presencialismo y, como contrapartida, disminuye súbitamente la productividad de los trabajadores.


Podrías tomar como ejemplo el modelo el modelo laboral sueco, en el que se han implantado jornadas laborales de seis horas, y en el que se ha reportado un 20% más de productividad y un 50% menos de absentismo laboral.


En definitiva, estamos hablando de mejorar el bienestar de la abogacía y humanizar la profesión mediante la erradicación de aquellas actitudes negativas que rodean la salud mental en el sector legal. Solo así el profesional podrá asesorar y defender, con la máxima diligencia, los intereses y derechos de sus clientes.








Fuente:


https://elderecho.com/la-salud-mental-la-abogacia-tabu-debemos-romper-urgencia

Estudio sobre la salud y bienestar de la abogacía, La salud mental de la abogacía, un tabú que debemos romper con urgencia, Manel Atserias Luque. Fundador y presidente del ISMA.


https://www.consultoriojuridico.es/salud-mental abogacia/#:~:text=Los%20s%C3%ADntomas%20principales%20con%20los,%2C%20frustraci%C3%B3n%2C%20etc.).


https://www.legaltoday.com/gestion-del-despacho/recursos-humanos/se-resisten-los-profesionales-legales-a-solicitar-asistencia-psicologica-2021-11-30/


https://confilegal.com/20180116-como-se-puede-mejorar-la-salud-mental-de-los-abogados-y-que-trabajen-mejor/

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